viernes, 31 de julio de 2015

Competitividad

Querid@ compañer@,
Quiero hablar contigo sobre lo que ha sido para mí la influencia devastadora de la noción "competitividad" en mi vida.
He conocido competición como niño en el colegio, el instituto y el club de gimnasia. He conocido competición como adulto en la universidad, el ejército, practicando kayak, ciclismo, atletismo, montañismo y en el mundo de los negocios.
El efecto ha sido que la noción "competitividad" siempre formaba parte integral de mi vida. No únicamente en mí vida profesional pero tambien en mis relaciones personales.
Hasta el año 2006 he considerado (inconscientemente) cada hombre como rival o contrincante.
Es decir que jamás tenía verdaderos amigos, siempre desconfiando las intenciones de otros hombres.
En junio del año 2006 se ha producido un cambio radical en mí vida.
Ha sido por causa de mí iniciación como Guerrero Nuevo en la hermandad mundial de la MKP. Por la primera vez me he dado cuenta como yo había sido un producto de una domesticación infernal. Prefiero utilizar la palabra "domesticación" en lugar de "educación".
Es verdad que desde el mismisimo principio empezamos a envenenar a todos los niños con el veneno de la competitividad. Para cuando salga de la universidad, estará completamente envenenado. Lo hipnotizamos con la idea de que tiene que luchar con los demás, que la vida es la supervivencia de los más capacitados.
Cuando hemos "ganado" en algo, el otro que ha perdido en el juego está enfadado, tiene rabia. Esperará su oportunidad para tomarse revancha, y antes o después surgira la ocasión.
Lo que el mundo nos enseña es: a poseer, a dominar, a tener más y a ser mejor que los demás. Explota y no te dejes explotar, ese es el sutil mensaje que recibes con la leche materna. Y todas las escuelas, colegios, universidades, asociaciones deportivas, partidos politicos, religiones organizadas y empresas, todas están basadas en la idea de competición.
Una auténtica educación no te enseñara a competir, te enseñara a COOPERAR.
No te enseñará a luchar y a ser el primero.
Te enseñara a ser creativo, amistoso, amoroso, dichoso, sin comparación con el otro.
Lo sabemos que los maestros antiguos de las artes marciales en Okinawa no organizaban competiciones.
Como compañer@s del dojo en Benissa sabemos que la primera regla de nuestro "dojo kun" es : Mejorar el caracter.
No es: Ser el primero.
Una auténtica educación no te enseñará que puedes ser feliz solo por ser el primero.
Eso es pura estupidez.
La auténtica educación te dirá que disfrutes de lo que estés haciendo, no por el resultado, sino por el acto en sí mismo. Solo entonces puede la existencia fluir a través de tí.
Solo entonces puede usar tus manos, tus piernas, tu mente, tu alma, tu corazón y tu persona entera. Solo entonces puede transformar tu cuerpo en una obra de arte y finalmente podrás transformar tu vida en una obra de arte.
Eso es almenos el objetivo de mi vida.
¡Pues sí!
Es verdad que para mí no hace falta competiciones en karate y tampoco en kobudo.
Venimos con las manos vacias al mundo y con manos vacias nos iremos.

¿Y tu? ¿Que piensas?
Un abrazo de Bruno

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