sábado, 10 de septiembre de 2011

Carta de Ezequiel

Hola Bruno, 

Me parece muy interesante tu experencia. 
La mia se vive de otra manera. Me inicié a los 12 años, en la época del "boom" de películas de artes marciales como las de Bruce Lee. Casi todo el barrio hizo Karate en aquel pequeño Dojo de mi Sensei. Al final soy de los pocos que aún continúan y el único que ha alcanzado un cierto nivel.
 
Desde el principio me cautivó el karate. Mi caracter tímido se liberó mediante el entrenamiento, donde podía demostrar mi valía de una forma diferente. Sólo había que hacer dos cosas: ser perseverante y entregarse al máximo en los entrenamientos. En poco tiempo, pese a lo masificadas que estaban las clases, conseguí captar la atención de mi entrenador, al año ya participaba en campeonatos y al siguiente conseguí el 1º puesto de mi categoría en el entonces llamado "campeonato regional" que me valió para participar en mi primer campeonato de España de Karate. 
 
Esto era en 1980, ha pasado mucho tiempo y han cambiado muchas cosas, pero mi sentimiento desde entonces no ha cambiado: mi vida respira Karate. Karate y Kobudo porque ya entonces hacíamos "Nunchaku", luego otras cosas. Cualquier cosa que haces en tu vida lo sientes como Budo.    
Trabajo en una gran empresa, y no vivo de dar clases, aunque podría hacerlo. Por ello aunque lo viva intensamente y me ocupe mucho tiempo,sigue siendo ocio para mi.
 
Bueno es una historia larga y aburrida, el caso es que mi inquietud me ha movido a viajar y a conocer muchos maestros y demostrar mucho karate en diferentes circuntancias y como ves sigo haciéndolo. Unas veces de alumno (ahora pocas) y otras de profesor, juez o árbitro.
 
Espero que te haya interesado y si necesitas saber algo más concreto.
 
Un saludo,amigo
 
Ezequiel