miércoles, 2 de enero de 2013

La Cura para la Muerte.

¿Has leido mi blog sobre Maestro Matsumura?
¿Te acuerdas que Maestro Matusmura no tenia miedo de la muerte?

Hoy, el dia 2 del mes de enero 2013, no me voy a mandarte mis deseos para un año "nuevo".
No, en lugar te ofrece un cuento sobre un encuentro entre Savitri, una mujer joven en la India de hace 4.000 años, y un monje que se llama Ramana.
Es decir que, después de leer el texto jamás tendrás miedo de "perder" la vida.
Encontré el cuento en el libro "Jamás Moriremos" de Deepak Chopra.
El titulo del cuento es...

La Cura para la Muerte

Conforme escalaban una montaña, Savitri se puso cada vez más ansiosa porque Ramana no le prestaba atención. Él abandonó el sendero, se internó en una barranca y se perdió de vista. Savitri se esforzó por alcanzarlo y llegó al margen de un arroyo donde encontró sentado al monje. Él sacó su flauta de carrizo, que llevaba atada a su capa azafranada, y comenzó a tocar.
- Mi música no te hace sonreir - le dijo al notar la mirada ansiosa de Savitri.
Ella sólo podía pensar en el Señor de la Muerte que le aguardaba en su casa.
- Tenemos muy poco tiempo, - le imploró - . Enseñame lo que habrás de enseñarme.
- ¿Que pasaría si yo pudiera enseñarte la cura contra la muerte? - le preguntó Ramana.
Savitri estaba perpleja.
- Estoy segura de que todos morimos.
- Entonces crees en rumores. ¿Qué pasaría si te dijera que nunca has sido feliz? ¿Me creerías?
- Desde luego que no. Yo era feliz esta mañana, antes de que todos estos problemas comenzaran - dijo Savitri. Ramana asintió con la cabaza.
- Todos recordamos cuando éramos felices, y nadie puede convencernos de que ese conocimiento es falso. Así que déjame formular otra pregunta: ¿puedes recordar no estar viva?
- No, dijo Savitri, dudosa.
- Intentaló una vez más. Recuerda cuando eras muy, muy pequeña. Trata tanto como te sea posible de recordar NO estar viva. Esto es importante, Savitri.
- Muy bien.
Savitri lo intentó, pero no tenía recuerdos de no estar viva.
- Quizá no puedas recordar no estar viva porque siempre lo has estado - dijo Ramana. El monje señaló hacia una langosta que se aferraba a una rama, sobre su cabeza.
- Si ves a una langosta emerger de la tierra después de dormir siete años, ¿acaso eso significa que estaba muerta entes?
Savitri negó con la cabeza.
- Sin embargo, la unica razón por la que crees que naciste es que tus padres te vieron salir del vientre de tu madre. Ellos creyeron presenciar el momento en que tú comenzaste a existir, así que difundieron el rumor de que habías nacido.
Savitri estaba asombrada ante esta forma de pensar.
Ramana se volvió insistente.
- Mira este arroyo. Todo lo que puedes ver es un pequeño tramo, pero ¿podrías decir que sabes dónde comienza y dónde termina? Préstame atención, Savitri. Tú aceptas la muerte porque aceptas el nacimiento. Ambos deben complementarse. Olvida esos rumores de que naciste alguna vez. Ésa es la única cura contra la muerte.
Ramana se puso de pie y guardó su flauta bajo su capa. Estaba listo para marcharse.
- ¿Me crees?
- Quiero creerte, pero todavia tengo miedo - admitió Savitri.
- Entonces continuemos.
Ramana comenzó a alejarse y Savitri lo siguió, tratando de entender lo que había dicho. Le parecía irrefutable que si ella nunca había nacido, nunca podría morir. ¿Era verdad?
Ramana interrumpió sus pensamientos:
- No podemos basar la realidad en aquello que no recordamos, sólo en aquello que podemos recordar. Todos recordamos ser; nadie recuerda no ser.
Después de un momento, ella tocó gentilmente su brazo.
- Toca un poco de música para mí, por favor. Deseo recordar haber sido feliz, dijo Savitri.

Un abrazo de Bruno