El karateka y su EGO

Ser alumno en nuestra escuela de artes marciales se ha transformado en una parte integral de mi vida cotidiana. Es como si la práctica del karate y del kobudo me ha ofrecido una lupa muy fuerte que me facilita estudiar mi propia vida con una vista de águila.
Por eso me gustería hablar un poco en ésto articulo de mi desarollo personal y el papel de las artes marciales en el proceso.
Hace muchos años he tenido que aprender la diferencia que hay entre la vida de un hombre controlado por su EGO y la vida de un hombre consciente de su verdadero YO.
Es verdad que personalmente he vivido gran parte de mi vida sin estar plenamente consciente.
A través de la capacitación en el ManKindProject del Guerrero Moderno, pero tambien a través de mi trabajo con perros, se han cambiado poco a poco varias cosas en mi vida.
Empezé a observar conscientemente el comportamiento de mis perros, mi propio comportamiento, el comportamiento de mis clientes, de mis amigos y de cada ser humano que encontré.
Era una sorpresa de comprobar como mi EGO me tenía completamente bajo control.
¿Que es el EGO?
Para mi el EGO es el conjunto de todos los pensamientos que se producen automaticamente en mi cabeza. El EGO es la creación artificial y inconsciente de mi mente. Pués mi error fundamental era de pensar que el EGO es lo mismo que mi verdadero YO.
Pero ahora lo sé que el EGO es el resultado de mi educación (lo que es para don Miguel Ruiz una "domesticación"), de mi ambiente, de los pensamientos y ideas de mis padres, mis profesores, el lavado de cerebro de la telebasura, de la publicidad, de la sociedad y su cultura predominante. Es decir que mi EGO que está dentro de mi es una creación del mundo exterior.
Mi EGO artificial me ha acondicionado durante decades a ser un hombre-cazador de éxitos materialistas. Lo más importante en mi vida era ganar un maximo de dinero en mis empresas, estar en revistas, tener coches grandes y tambien tener un maximo de novias. No era extraño que he tenido que pasar a través de varios divorcios.
Todo ésto era el resultado de la influencia, la fuerza y el control de mi EGO sobre mi verdadero YO. Durante todas éstas decadas me comportaba con la arrogancia del hombre coronado de éxito.
Detrás de ésta maschara de arrogancia se mantenía oculto un hombre inconsciente y sin confianza en si mismo. Un hombre lleno de miedo, como por ejemplo el miedo de no ser un verdadero hombre, el miedo del fracaso, el miedo de no ser un buen padre, el miedo de no tener éxito y el miedo de no ser bastante bien como ser humano.
El cambio ha sido posible a partir del momento que he podido tomar consciencia del proceso automatico de mi EGO. En lugar de ser el producto de mi EGO poco a poco he experimentado una transformación. Ahora soy el observador de mi EGO, lo que me permita de actuar a través de mi propio verdadero YO.
¿Cual ha sido el papel del karate en ésto proceso?
Empezando como alumno en una escuela del estilo Shotokan en Jávea/Xábia, un cinturon negro me parecía algo de tán lejos y tán difícil a obtener que era para mi casi un objeto y un grado mítico.
Mientras tanto, pasando de un estilo (Shotokan) a otro (Shito Ryu) y de un grado a otro, he podido estudiar varios sentimientos que aparecían dentro de mi, por ejemplo cada vez que un maestro me ha otorgado un grado.
Habia sentimientos de orgullo, de vanidad, de pensar que soy mejor que los demás que no son karatekas, de ser más fuerte, de ser más masculino, etc...En el fondo eran todos sentimientos negativos
Pero ahora, como hombre consciente no soy el producto pero el observador de éstos sentimientos.
Es decir que éstos sentimientos negativos no me controlan como hombre inconsciente. Yo soy el observador de mí mismo y en plena consciencia tengo estos sentimientos bajo control. En plena consciencia puedo reemplazar éstos sentimientos negativos con sentimientos positivos como la tranquilidad, la humildad, el servicio, la amistad, el deseo de aprender, la consistencia, la perseverancia, el control y la autodisciplina.
Para mi hay dos posibilidades que se presentan por cada alumno de artes marciales.
La primera posibilidad es que como karateka falso y hombre inconsciente puedo aprender cualquier arte marcial y eventualmente convertirme en hombre vano, orgulloso y finalmente peligroso por su mismo, por su entorno y por la sociedad. Afortunadamente ésta evolución estaría totalmente imposible con los maestros que tenemos en nuestra escuela.
La segunda posibilidad es que como verdadero karateka y hombre consciente puedo fomentar mi desarollo personal en todos los ámbitos y tomar plena responsabilidad de mi vida con la actitud mental correcta, esto es, estar al servicio de nuestra comunidad, evitar el enfrentamiento y jamás buscar la pelea. És la dirección que nos muestran los maestros antiguos como Kenwa Mabuni junto a los maestros de nuestra escuela de karate y kobudo en Benissa.

Un saludo cordial de Bruno